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Entrevista a Martín Wong

Publicado: 2011-01-22

¿Cómo comenzó tu relación con la literatura?

Como lector, pues no lo recuerdo. Siempre he estado leyendo algo, aunque no quiero decir con eso que uff, soy muy selectivo en mis gustos. Lo primero que leí cuando aprendí a descifrar oraciones completas fueron las Fábulas de Esopo y Samaniego.

Como escritor aficionado, pues creo que a los nueve años. Mi madre me había prohibido jugar con el trompo en la sala y como todo niño rapaz no hice caso. Así que en una de esas arrojé el trompo al suelo con fuerza y este se deslizó por todo el pasillo hasta atravesar la puerta de vidrio de la sala, dejando un agujero bastante feo. El pánico por la paliza inminente hizo que tomara hoja y lapiz y le contara la historia de un niño travieso que estaba arrepentido de sus actos y le pedía desconsoladamente perdón. Tomé un poco de cinta adesiva y cubrí con esa hoja el agujero, luego salí a pararme en la esquina de mi casa. Desde allí la vi llegar. Media hora después, entré. Mi madre lloraba con la hoja en la mano, y cuando me vió me estrechó en sus brazos. "¿Cómo crees que te voy pegar por eso?" Dijo. "Ya pasó, no te preocupes". Entonces descubrí que las palabras eran mágicas y tenían un poder que estaba dispuesto a explorar. Recuerdo que pensé en cuántas palizas me hubiera ahorrado de haberlo sabido antes.

¿Qué autores o libros te han marcado?

No tengo autores favoritos, solo obras favoritas. Recuerdo que El Túnel de Sabato me marcó profundamente, pues los interrogatorios a los que Juan Pablo sometía a María, esos juegos retorcidos de lógica y argumentación, coincidentemente eran los mismos a los que sometía a mi novia de entonces. Su desesperación era la mía, y hasta llegué a pensar en si no terminaré matándola también. Otros que recuerdo con cierta gratitud son La infancia de un jefe de Sartre, El fin de la locura de Volpi, En medio de ninguna parte de Coetzee, La mujer rota de Beauvoir, Rojo y Negro de Stendhal. Me gustan en general las novelas que no relatan hechos sino estados mentales, pero con todo no soy un lector riguroso de novelas. Me fascinan mas bien los cuentos y relatos: La puerta cerrada de José Donoso, Lo real de Henry James, Pequeños propietarios de Arlt, todo Ficciones de Borges, Las babas del diablo de Cortázar, Sabado de Gloria de Beneddetti, El Capote de Gogol, Una mañana de Walser, La llave de Singer, en fin, creo que es todo.

¿Cómo definirías tu trabajo literario?

Como una forma de escarbar dentro de mí para poder entenderme mejor y así no sentirme como una cucaracha atravesando un tapete blanco.

¿En qué estás trabajando ahora?

En una novela -quién lo diría- sobre un tipo contándole al sicólogo toda su vida, su retorcida vida, pero que en el trayecto va descubriendo cosas interesantes sobre su familia, las mujeres que amó y los verdaderos motivos de sus homicidios.


Escrito por

La mula

Este es el equipo de la redacción mulera.


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